Aunque algunas voces de expertos epidemiólogos mundiales nos avisan de que la COVID-19 ha llegado para quedarse de manera indefinida, en España ya sufrimos una segunda oleada que ha alertado a la población. Con el fin de detener los contagios y las muertes de esta pandemia, el gobierno ha tomado medidas para intentar frenar sus efectos sobre la población.
¿Qué medidas son las que se han adoptado hasta ahora?
El pasado 25 de octubre se aprobó el estado de alarma, que permite a los gobiernos regionales imponernos ciertas restricciones en función a la incidencia de la pandemia en sus territorios. Así, según en la comunidad autónoma en que nos encontremos, veremos limitadas nuestras salidas nocturnas por los toques de queda aprobados. Cada gobierno regional tiene la libertad de mover este horario, para adaptarlo a sus necesidades (traslado de trabajadores, estudiantes, etc.).
El uso de la mascarilla es obligatorio en todo el territorio nacional, excluyéndose a esta norma los menores de 6 años y la población con determinados padecimientos (personas con minusvalías psíquicas o con problemas respiratorios).
Aunque hemos visto cómo las instituciones educativas han abierto sus puertas a los estudiantes, ante casos positivos, se pueden aislar aulas de manera temporal con el fin de evitar la propagación de los contagios.
Por el momento, y a diferencia del primer estado de alarma decretado durante la primera oleada, no existe la obligatoriedad de confinarnos en casa, aunque no se descarta esta medida en el futuro. Llevarla a cabo solo será posible con la aprobación del Parlamento.
Restricciones de COVID-19 en la reunión de personas
Con el fin de evitar los casos masivos de contagios, se ha establecido un máximo de 6 personas en espacios cerrados, tanto en el ámbito público como en el privado. Sabemos que esta norma la llevan a cabo algunas regiones, aunque, al final, el que se cumpla o no corresponde a la responsabilidad de cada uno de nosotros.
Durante estas reuniones limitadas, al menos en el espacio público será obligatorio el uso de mascarilla. En lo privado queda como una recomendación gubernamental, a pesar de que estén reunidos los miembros de una misma familia, siempre que no convivan en la misma casa.
Existen limitaciones de horarios para acceder a bares y tiendas, según en la zona del país. Todavía está por delimitar la presencia de público en los acontecimientos deportivos. Algunos se realizan a puerta cerrada y otros admiten una mínima asistencia.
Para detener esta oleada de contagios que nos azota por segunda vez, debemos hacer gala de nuestro civismo y responsabilidad. Es importante concienciar a la sociedad con el fin de lograr la efectividad de estas medidas, que aún se pueden intensificar si no cumplimos con ellas.
- Deseamos que nuestros lectores pasen una feliz Navidad y próspero Año Nuevo. Entre todos conseguiremos vencer a la COVID-19 -