En el Día de la Mujer, que se celebrará, como todos los años, el 8 de marzo, cobra una especial relevancia su papel activo en el entorno funerario. No puede olvidarse que, históricamente, han sido las primeras enterradoras en el medio rural o comarcal. Una serie de consideraciones sociales antropológicas e históricas han puesto de manifiesto la importancia de esta actividad en las culturales occidentales. En este caso, potenciada por el hecho de que la propia mujer ha sido la encargada de velar a sus seres más queridos.
Más de la mitad de los trabajadores son mujeres
Desde este contexto general, esta actuación para despedir a los nuestros ha constituido un hecho cada vez más recurrente por parte de las mujeres. Son muchas las causas que pueden explicar esta motivación, pero una de las más contundentes es su contacto directo con las personas que, finalmente, fallecen. A través de su mantenimiento, cuidado y gestión de algunos procesos que terminan en deceso.
Uno de los datos más relevantes de este segmento empresarial es que, en los últimos años, más del 50 % del personal en los tanatorios es femenino, según una encuesta del sector. Un hecho que se potencia aun más en las pequeñas y medianas comarcas. Su presencia, como enterradoras y en otras fases, desde el fallecimiento, ha adquirido un gran protagonismo.
Participación de la mujer en los servicios funerarios
Cuando se va a casa del fallecido, es habitual que la familia y los amigos estén en su duelo. Sin que sea ninguna sorpresa que el servicio funerario esté a cargo de una mujer, ya que cada vez es más frecuente que participe en estas tareas. Por la especial sensibilidad que tienen para afrontar momentos tan difíciles como el tránsito a la otra vida.
Desde este planteamiento, las mujeres realizan el mismo trabajo que los funerarios o enterradores, pero con una pequeña diferencia que conviene tomar en cuenta. No es otra que su disposición a hacer frente a esta situación desde su concepción de la vida. Con funciones como las ofrecidas desde los servicios funerarios: vehículo fúnebre y acompañamiento, certificados y todo tipo de trámites administrativos, floristería, marmolista o incineración (urnas y complementos).
No menos importante es el hecho de que las enterradoras constituyen una parte muy relevante en este ritual de la cultura occidental. Su participación tiene unas connotaciones históricas desde la época de la dominación romana. Sobre todo, en entornos rurales, donde es muy común una cierta forma de matriarcado.
Por este motivo, no puede extrañar que cada vez se vean más personas de este sexo ejerciendo estas labores tan importantes. En cierto modo, puede ser el mejor homenaje que se les pueda hacer en el Día de la Mujer.